Las vueltas de la vida

jueves, 5 de julio de 2007

Un día uno se levanta de la cama de buen humor, otro día con todas las ideas invertidas.
Cada día uno se levanta con un objetivo; que va a hacer en el día, que va a hacer después de el trabajo o estudio, etc. Planifica su día de manera tal que rinda, que le queden energías para el resto del día. También depende de quien tenga uno alrededor, uno supone que trabajará o rendirá mejor con un grupo de confianza, un grupo que este unido, que tenga las ideas claras.

Esto se vio reflejado dos años atrás, donde había un grupo de muchachos humildes que venían de desilusionarse, cuando dieron un paso en falso en su última oportunidad de alcanzar la gloria, por un error de cálculo.

Hablando del grupo de muchachos humildes, destacamos la solidaridad, la ambición, las ganas de salir al terreno de juego a “comerse” a los rivales, la picardía, el “infantilismo” de algunos nenes ya crecidos.

Después de aquel golpe tan inesperado, los vestuarios lloraban como nene que perdía un chupetín, o preso condenado a cadena perpetua.

Este grupo de muchachos se fueron de vacaciones, con lágrimas en los ojos con rabia infinita y esperando que llegara el nuevo torneo para buscar REVANCHA.
Una vez iniciado el nuevo torneo, estos muchachos no empezaron del todo bien; se los vio como si les hubiese afectado el golpe de diciembre, pero ahora en febrero.
Ya por el mes de marzo, cuando empieza a refrescar, cuando cambia el aire, estos muchachos reaccionaron, dando vuelta un encuentro, como un pizzero da vuelta por el aire su voluminosa masa.

Siguieron en alza, ganaban, su juego era cada vez más vistoso, eran imparables. Hasta que llego un rival de Alta Córdoba, de aquellas tierras del cuarteto y le dieron una lección de “calma”. Ésta lección funcionó con el trajín de los partidos y 2 semanas después, estos muchachos tendrían una final en un mítico estadio donde la historia no era favorable. Sin embargo lucharon, ganaron, y quedaron a un escalón de alcanzar la cima. Llego el gran día, estos muchachos hicieron una exhibición de fútbol, deslumbraron a las mas de 40000 almas que había viéndolos y callo miles de bocas.

Los muchachos habían alcanzado la gloria, después de caerse de la escalera del último escalón un año atrás. Éstos no se rindieron y siguieron por la senda del triunfo, pelearon los torneos nacionales e internacionales, siendo protagonistas en cada torneo.
Por estos días, son otras las circunstancias, un grupo con mas experiencia, gente nueva que se va acercando al club, nuevas aspiraciones, las ganas de alcanzar la gloria, ganas de rendir mas, de tocar el cielo con las manos, de sentir la camiseta, de correr cada pelota como si fuera la última, hay equipo, hay promesas de buen fútbol, tenemos con que y queremos repetir el torneo.

Cerremos bocas, rompamos el silencio, humillemos a los “grandes”, hagamos de que estos seis meses sean “nuestra” fiesta, hagamos que el Club Atlético Vélez Sarsfield vuelve a conseguir un nuevo titulo a nivel local.

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